Un verdadero fotógrafo nunca va a entregar todas las fotos que realiza.
¿Por qué no entre todas las fotos?
Porque la realización de las fotos sólo es la mitad del trabajo. Posteriormente el fotógrafo ha de realizar una selección de las mismas diferenciando cuales son las que tienen un verdadero valor de las que no, desde el punto de vista artístico, de momento y de estética. Una vez seleccionadas, por último, quedará editarlas para finalizar el trabajo, porque sí, la edición también es parte del flujo fotográfico.
Eres tan bueno, como la peor de tus fotos.
Podría darte mil razones de porqué una foto se desecha, pero todo va perfectamente resumido en esta foto obtenida de la Red y es que casi todas las fotos se desechan por el mismo motivo: los protagonistas de las fotos salen mal y es mejor que no se vean así.

A raíz de esta foto y otras del estilo que podéis encontrar en Internet de un concierto de esta famosa artista, optó por no permitir la entrada de más fotógrafos a sus conciertos, excepto a sus fotógrafos de confianza, y es que un fotógrafo, con una mínima de ética profesional, eliminaría una foto de este estilo.
Los fotógrafos tenemos más poder de lo que parece, y más en un mundo tan globalizado donde las imágenes que caen en Internet no sabes hasta dónde pueden llegar, y es que un gran poder conlleva una gran responsabilidad (¿os suena la frase?).
Un buen fotógrafo, es 100% objetivo, ha realizado y visto millones de fotografías, han pasado por delante de su cámara cientos o miles de personas, por lo que lo recomendable es fiarse de su criterio en la selección y cribado de las mejores fotos.
Un fotógrafo nunca va a dejar de seleccionar y editar una foto buena, cuando ese es precisamente el objetivo, hacer muchas fotos buenas y mostrarlas.
Mi consejo: Pon un fotógrafo experimentado y de confianza al frente de tus imágenes, siempre.
Y recuerda que es más importante la calidad que la cantidad, también en fotografía.
Más vale 30 muy buenas, que 3000 mediocres.
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